En ocasiones lo que menos nos gusta, es lo mejor. Pero una cosa sabemos y nos deja tranquilos, Dios sabe lo que hace.

Hasta aquí he pasado por enorme variedad de circunstancias y situaciones, sobre todo este año. Ha sido el año de las disciplinas. Sucedieron cosas muy buenas, como el bautismo de mi Padre por ejemplo y mi entrada a la Universidad. Otras quizás no parecen nada de buenas, pero de todas formas me han ayudado a bien. Todo ocurre por algo. Dios tiene un propósito en el que me incluye. Para tales efectos con todo lo que me vivo continuamente ye por lo que he pasado, me ha ido formando y cambiando. Ha sido necesario pasar por lo que he pasado. Queda un largo trecho por delante, lleno de visión y de proyectos que Dios debe confirmar si son su voluntad. Pero la dirección del camino con todas sus curvas y cambios que pueda tener, su paradero es uno sólo. La meta es Jesucristo, servir a Dios. Estoy cargado de fe en lograr el cometido.

A pesar de toda la imperfección que tengo y lo costoso que sea el camino. Seré como un "Huracán", nada podrá detenerme.



Mateo 11:121°

Timoteo 6:11-12